Se realizaron algunas novedades en el caso en la muerte de Teresa
Lovato, en el paraje Toro Pozo en el interior del departamento Salavina, donde estuvieron
trabajando las fiscales Cecilia Gómez Castañeda y Aída Farrán Serlé,
quienes llegaron al lugar con el fin de desentrañar el quién y el por qué
mataron de 11 puñaladas la joven madre.
A las pocas horas de anoticiado el hecho, fue demorado el hijo del dueño de casa
y permaneció demorado hasta la tarde del sábado, luego de que se conociera la presencia de un colombiano que vende
muebles y que habría intercambiado mensajes de texto con la víctima.
Sobrevino un allanamiento y la aprehensión del sujeto, quien habría mantenido
una amistad con la víctima y se habrían tomado una fotografía.
Ello no implicaría nada, pero a los investigadores quedaron
desconcertados que el colombiano borrara todos los diálogos con Lovato. De
todos modos, los expertos los recuperarían.
Al ser abordado no tuvo coartada alguna, quedó detenido y anoche la
policía lo trasladó a la ciudad Capital.
Primero, fue asistido por los médicos y después alojado en un organismo
de seguridad. No dijo nada. Se aferró al silencio.
Libertad
El hijo del dueño de la vivienda donde habitada Teresa con su familia,
en primer momento quedo demorado mientras se realizaba las correspondientes
investigaciones y trabajos de criminalística en el lugar.
En horas de la tarde, al aparecer la figura del colombiano, fue cayendo
su participación en el hecho hasta que logro la libertad para alegría de sus familiares
y amigos.
La investigaciones continúan y se espera que el detenido declare y se
pueda conocer si tuvo o no participación en hecho.
Fuente: El Liberal.