La Fiscalía dará un paso
importante en las próximas horas, al enviar muestras genéticas de María Teresa
Lobato a un laboratorio en la provincia de Jujuy.
La joven fue ultimada diez
días atrás y su tragedia es considerada netamente "pasional".
El homicida la habría atacado
en Toro Pozo, poco después que recibiera la visita de un colombiano vendedor de
muebles.
A las 18, un hermano
adolescente la descubrió sin vida dentro de su casa- En la galería, lloraba la
hija de la mujer de apenas 2 años y 10 meses de vida.
Pese a que el colombiano está
preso, la fiscal Aída Farrán Serlé investiga al círculo íntimo de Teresa.
Para colmo de males, el
asesino le robó el celular, pero la empresa de telefonía habrría recuperado
llamados entrantes y salientes.
Con un pueblo convulsionado
desde entonces, la División Homicidios y Delitos Complejos literalmente
"da vuelta" cada rincón, detrás del hombre (o mujer) que segó la vida
de María Teresa.
Sugestivo
Con poca colaboración de la
gente del lugar, la Fiscalía focalizó su atención en dos sujetos amigos de
Teresa, pero dentro de una docena de sospechosos.
A estos les realizó hisopados,
en busca de cotejar sus identidades genéticas. En ese cuadro complejo, la
Fiscalía enviará a Jujuy material genético.
Puesto en perspectiva,
entrecruzará la información genética de la víctima con los
"sospechosos". Mientras tanto, ayer los
investigadores allanaron dos viviendas en Toro Pozo.
Buscaron el cuchillo, pero los
esfuerzos fueron vanos, se supo. Con idéntico ímpetu rastrillan
la zona, pero en busca del celular de la joven madre.
Hasta ahora, los esfuerzos no
aportaron mucho al proceso y los tiempos tienden a acortarse para la detención
del colombiano. Por ende, su defensa se
apresta a requerir la falta de mérito.