El 28 de abril, momentos antes
de la tragedia, Jefferson Parra habría ordenado desnudarse a María Teresa
Lobato. Intentó abusarla, pero ella se resistió y él terminó asesinándola con
una saña animal. Así lo deslizó un investigador judicial, al cumplirse dos
meses del homicidio.
Según el proceso, el
extranjero llegó a la casa porque, según él, habían acordado intimar. Por ello,
había ingerido 4 pastillas de Viagra. Pero ya juntos, ella dijo no y él se puso
furioso y le ordenó quitarse la ropa. De nuevo ella se negó. Y el colombiano se
puso como loco. En segundos, la habría agredido y ella se defendió. El acusado
la apuñaló tres veces en la nuca. Con la jovencita reducida, el visitante le
habría asestado otras 15 heridas.
Al asumirla muerta, ascendió a
su moto, aceleró y enfiló por un camino paralelo a la ruta. Recorridos casi 20
kilómetros se desprendió del celular de la víctima, el cual ya habría sido
recuperado por la policía, junto a un trapo con el que se limpió las manos.
Hoy, Parra ya está preso. Hay
pruebas genéticas en curso y un testigo que lo habría visto lavando la moto.
Fuente: El Liberal.