Jefferson Parra, el colombiano
acusado de asesinar a Teresa Lobato, estará frente a frente con la fiscal que
investiga el crimen para dar su versión de los hechos.
No es la primera vez que el
extranjero prestará declaración. Ya estuvo detenido al principio de la
investigación, donde negó toda vinculación con el caso, pero ahora el escenario
es distinto.
María Teresa Lobato fue
asesinada el 28 de abril último en una humilde vivienda del paraje Toro Pozo,
distante 8 kilómetros de la localidad de Los Telares (Salavina). Recibió 18
puñaladas. La única testigo había sido la hija de la joven de sólo dos años y
diez meses. Durante casi dos meses la investigación que encabezó la fiscal Aída
Farrán Serlé, profundizó sobre las relaciones que mantenía la víctima con
vecinos, conocidos y familiares.
Parra había sido el primer
sospechoso, ya que algunos testimonios revelaron que esa jornada debía
encontrarse con Teresa.
En un primer momento el
colombiano negó toda responsabilidad en el hecho de sangre, y ante la falta de
elementos de prueba contundentes, el joven fue excarcelado. Sin embargo hace
una semana el caso dio un giro. Los investigadores hallaron una mochila con
prendas de vestir manchadas con sangre en una zona montuosa en cercanías del
domicilio de Lobato. La ropa coincidía con la que había llevado puesta Parra,
por lo que fue ubicado nuevamente y trasladado a Tribunales para ser
entrevistado por psicólogos, donde habría terminado admitiendo la autoría del
crimen.
Luego se conoció que tenía
boletos para regresar a Colombia, que el día del hecho había consumido cuatro
comprimidos de viagra, ya que asumía que intimaría con la víctima.
Hoy, en su nueva indagatoria,
Parra aportaría más detalles que permitirían evacuar las dudas sobre el móvil y
la mecánica del femicidio, allí radica la importancia de su declaración.