La comunidad de Villa Salavina,
autoridades municipales y congregación de Hermanas Franciscanas preparan conjuntamente los actos
conmemorativos del bicentenario de Sor
Mercedes Guerra.
Una de las principales
intenciones será la pronta beatificación de esta mujer ejemplar, para que sea
la segunda santiagueña en llegar a los altares como ocurrió con Mama Antula.
Para el 14 de este mes se
preparan diversos acontecimientos con una fiesta organizada por Hermanas
Franciscanas y la escuela primaria Nº 406 de esta localidad que lleva su
nombre.
“Estamos preparando una gran
fiesta que tendrá distintos homenajes para recordar a esta mujer de Dios que
representa tanto para la fe de nuestro pueblo como para nuestra cultura.
Descubrimiento de placas, denominación de una calle y otras actividades son las
que realizaremos para destacar su figura y fe y para inculcar su ejemplo entre
las nuevas generaciones”, indicó Guillermo Chazarreta.
Sor Mercedes Guerra nació en
Salavina el 17 de septiembre de 1817.
Su vocación fue claramente probada,
ya que recién después de mucho tiempo, pudo concretar su deseo al ser admitida,
el 3 de marzo de 1858, en el convento de Monjas Capuchinas de Buenos Aires, a
la edad de 41 años. Dispuesta a ser franciscana, se dedicó al cuidado de los
enfermos con profunda abnegación.
Su vida estuvo marcada por el
sufrimiento y tuvo una gran prueba que puso de manifiesto su fe: de un momento
para otro quedó completamente ciega. Dieciocho meses permaneció en ese estado,
sobrellevaron con paciencia y resignación, hasta que el Señor, por mediación de
su Santísima Madre, le devolvió el don precioso de la vista. Después de su
curación, todas las actividades se encaminaron a cumplir su promesa: fundar una
congregación que se dedicara al cuidado de enfermos a domicilio. Así nació el
Instituto de Hermanas Terciarias Franciscanas de la Caridad. Extenuadas ya sus
fuerzas murió en Buenos Aires el 31 de julio de 1901.