Nadie olvidará el martes
31 de octubre. La comunidad educativa del Colegio Secundario de Varas
Cuchuna, ubicado a 45 kilómetros de Los Telares, departamento Salavina, se había
congregado en el establecimiento. Los estudiantes habían preparado una
exhibición de Educación Física como parte del programa escolar. Todo
transcurría normalmente, hasta que en medio del espectáculo una de las alumnas
no pudo continuar con la exhibición. En medio del patio, cayó de espaldas y
arqueó su cuerpo, apoyando sólo sus talones y su nuca en el piso; el resto,
quedó en el aire. Todos corrieron a ayudarla y escucharon sonidos guturales,
mientras sus ojos desorbitados imprimían miedo entre los presentes.
Parecía un caso de epilepsia o síndrome convulsivo, pero eso fue descartado con anterioridad por un médico. Todos los padres corroboraron lo que hablaban sus hijas: “Algo malo ocurre en el colegio, algo demoníaco”, afirmaron conmovidos por la misteriosa situación que, por el momento, “no tiene explicación de la medicina”, con lo que abonaron aún más sus creencias supersticiosas sobre la “magia negra” y los “trabajos” realizados por “curanderos” y “manosantas” de la zona.
La estudiante de 18 años que sufrió el “ataque” no es la única. Todo comenzó a principio del mes pasado. Una de las alumnas cayó de espaldas en el aula y arqueó su cuerpo, quedando inmóvil y pronunciando sonidos guturales e irreconocibles. Detrás de ella, otras cinco compañeras —de entre 17 y 19 años— sufrieron situaciones similares al mismo tiempo. “Cuando ella sufrió ese ataque demoníaco, yo sentí que alguien se acercó, a quien no veía, me agarró del brazo, quedé como ciega y después perdí la conciencia”, le contó una de las chicas a su madre. Las alumnas se rasguñan los brazos y el pecho, “como si trataran de sacarse algo”, afirmó uno de los testigos.
Parecía un caso de epilepsia o síndrome convulsivo, pero eso fue descartado con anterioridad por un médico. Todos los padres corroboraron lo que hablaban sus hijas: “Algo malo ocurre en el colegio, algo demoníaco”, afirmaron conmovidos por la misteriosa situación que, por el momento, “no tiene explicación de la medicina”, con lo que abonaron aún más sus creencias supersticiosas sobre la “magia negra” y los “trabajos” realizados por “curanderos” y “manosantas” de la zona.
La estudiante de 18 años que sufrió el “ataque” no es la única. Todo comenzó a principio del mes pasado. Una de las alumnas cayó de espaldas en el aula y arqueó su cuerpo, quedando inmóvil y pronunciando sonidos guturales e irreconocibles. Detrás de ella, otras cinco compañeras —de entre 17 y 19 años— sufrieron situaciones similares al mismo tiempo. “Cuando ella sufrió ese ataque demoníaco, yo sentí que alguien se acercó, a quien no veía, me agarró del brazo, quedé como ciega y después perdí la conciencia”, le contó una de las chicas a su madre. Las alumnas se rasguñan los brazos y el pecho, “como si trataran de sacarse algo”, afirmó uno de los testigos.
Algunas chicas se desmayan y
quedan inmóviles o mueven sus miembros descontroladamente, todas al mismo
tiempo, mientras que otras sufren dolor de cabeza y náuseas cuando ven a sus
compañeras “actuar como poseídas por una fuerza sobrenatural”.
En los seis episodios que
sucedieron en un mes, a una de las alumnas “no la podían contener entre cuatro
estudiantes varones y profesores”, señalaron.
“Sólo sufren estas misteriosas
situaciones en horario escolar y después que les pasa actúan normalmente, como
si nada anormal hubiera sucedido”, relató un miembro de la comunidad escolar
del departamento Salavina.
Médico: “Todos los estudios salieron normales”
Tres de las seis alumnas
fueron al consultorio del Dr. David Maldonado, quien fue 22 años director del
hospital de Los Telares. “Les he realizado exámenes clínicos y neurológicos,
entre ellos un electroencefalograma, pero todos los estudios salieron normales;
ninguna de las pacientes padece epilepsia o síndrome convulsivo; sólo falta la
tomografía computada. Pero las pacientes nunca antes habían sufrido este tipo
de episodios y lo que llama la atención es que sólo los sufren en el colegio,
de acuerdo con lo que me dijeron sus madres”, señaló el médico clínico y de
familia. “Este tipo de hechos, de los ocurridos en Varas Cuchuna, suele darse
por estrés o histeria colectiva (estado de intensa excitación nerviosa)”,
añadió.
Padres solicitaron la intervención de la Iglesia
Los padres están preocupados
por la cantidad de episodios y alumnas involucradas. Ante esta situación,
solicitaron la intervención de los sacerdotes franciscanos de la parroquia de
Los Telares y del padre Lázaro Leiva —quien trabajó mucho tiempo en la zona—
para que concreten una ceremonia religiosa en el colegio. “Esto no es normal;
son seis las chicas que sufren esta terrible situación y tenemos miedo de que
todo esto termine mal”, afirmaron los padres.