Campeones Nacional en Pareja de Danza Tradicional Menor.

Cuando se pone mucho trabajo y dedicación en lo que uno quiere, sin lugar a dudas los logros pronto llegan y llena de felicidad a todos por las metas conseguidas. 
Así lo vivieron Gimena Guadalupe Farías Alderete y Mateo Missael Orieta Berdun, dos grandes bailarines que elevaron las danzas tradicionales folclóricas santiagueñas hacía lo más alto en el Campeonato Nacional de Malambo Femenino que se desarrolló del 11 al 14 de octubre en la ciudad turística de Villa Carlos Paz, Córdoba; donde la pareja de niños se consagraron campeones nacionales en el rubro pareja de danza tradicional menor de folclore.
Estos alumnos fueron seleccionados mediante el selectivo provincial que se llevó a cabo en el mes de junio en la ciudad de Tintina con el fin de representar a la provincia de Santiago del Estero.
Gimena tiene 9 años, es alumna de la Academia Municipal Sentir Salavinero de Villa Salavina. Lleva en su sangre sin dudas la herencia de los antepasados de Villa Salavina, el pago de grandes folcloristas como lo fue Soko y Cachilo Díaz, Sixto Palavecino, entre otros.
Para todos es “La Gime”, una niña que comenzó a bailar antes de haber cumplido sus tres años; sus dotes artísticos y el amor por la danza la hace transitar por este maravilloso camino de la mano de sus profesores Tamara Coronel, Francisco Romero de Villa Salavina y Brenda Verdun y José Orieta de Santiago capital.

Su acompañante, el bailarín Mateo de 12 años, es alumno de la academia Sachanmanta, quien vive en Santiago capital, hijo de grandes bailarines. Su amor por la danza lego de sus padres que hizo que el comenzara a transitar el sueño de bailar juntos hace muy poco tiempo, precisamente en junio por la magia, conexión, complicidad con Gime, que rápidamente se consolidarán como una verdadera pareja de baile, para emprender juntos el viaje a Carlos Paz; cargando una mochila de sueños, donde participo con representantes de Córdoba, Jujuy, Salta y Misiones, llegando a coronarse Campeones Nacional para alegría de su familia, compañeros y toda la comunidad santiagueña.
Sus profesores, Destacaron” Estamos orgullosos de ver cómo ellos se desenvuelven en el escenario, el talento que los caracteriza no tiene límite y el amor que sienten por la danza, es mágico en sus corazones puros y verdaderos que lo hacen notar en cada compás, en cada mudanzas y zarandeos” Concluyeron.


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