La Cámara de Apelaciones
desandará la historia de un vecino de Sumampa, cuya defensa pidió se revea una
condena a prisión perpetua -dictada en diciembre del 2016- por el asesinato de
su esposa, perpetrado el 28 de abril del 2013 en el Barrio San Cayetano.
Así lo requirió el abogado
Eugenio Chavarría, al verbalizar un recurso de alzada ante los vocales Gloria
Cárdenas, Raúl Romero y Abelardo Basbús.
La víctima resultó Gabriela
Edith Molina y el homicida Miguel Ángel Almirón, un tractorista que se la
pasaba trabajando fuera del hogar.
La instrucción
Según la instrucción del
proceso a cargo de la jueza Rosa Falco, la pareja transcurría sus días aferrada
a una relación plagada de discusiones, maltratos mutuos y los celos de él.
Horas antes del horror, ella
habría recibido un sms al celular. Él se molestó. Discutieron. Almirón tomó una
escopeta y abrió fuego, pese a que un pequeño hijo se interpuso para que no
matara a su madre.
Desenlace
En diciembre del 2016, un
tribunal lo condenó a perpetua como autor material y penalmente responsable de
homicidio doblemente agravado, por la relación de convivencia preexistente con
la víctima y por mediar violencia de género en el hecho.
Disidencia
La sentencia fue en
disidencia. El camarista Juan Carlos Storniolo votó por la inconstitucionalidad
de la pena de prisión perpetua.
Ahora, la defensa señaló ante
el tribunal de alzada que "se dieron atenuantes extraordinarios".
Citó, por ejemplo, una agresión
primera de Molina y añadió que Almirón fue también víctima de una relación
tortuosa.