Gran preocupación se vivió en la comunidad de El Garabato y localidades vecinas del sur santiagueño, porque doña Lucila Jesús Robledo de 87 años, quien vive sola en su casita de la zona rural se había perdido.
Un vecino la fue a visitar y no pudo dar con su paradero y de inmediato puso en conocimiento de la policía y se inició un intensa búsqueda por parte de los vecinos, familiares, personal policial, bomberos voluntarios de Los Telares y las autoridades de Sol de Julio, todos preocupados por la abuelita, viniéndose horas de mucha tensión y angustia al no poder encontrarla.
Después de más de 19Hs de búsqueda, fue encontraba a unos 12km de su domicilio acompañada de su perro en muy buen estado de salud.
Preocupación
Gran incertidumbre vivió un
vecino de doña Lucila, quien al llegar a su casita no la
encontró y a pesar de buscarla y buscarla alrededor de su rancho no logro dar
con ella. Asustado por la situación puso en alerta a vecinos y policías de la
Sub-Comisaría Sol de Julio; quienes de inmediato iniciaron una intensa búsqueda
durante la siesta hasta la madrugada sin poder
dar con el paradero de la abuela.
SorpresaEn las primeras horas del viernes, a unos 12km de Pozo del Garabato, en el establecimiento Toro Muerto, dos empleados Sebastián Mansilla y Gustavo Vivas que llegaban a trabajar, se dieron con la sorpresa que doña Lucila estaba allí sentadita acompañada de su perro “Patrón” a la par de un silo de maíz y quería agua para beber.
Con mucha alegría de saber que
estaba bien, los dos empleados le alcanzaron agua y de inmediato informaron a
la policía, quienes a los pocos minutos llegaron a acompañados de la
comisionada de Sol de Julio Teresita Villarruel de Farías y la ambulancia y la trasladaron
hacia el hospital de Transito, donde fue observada y estaba en muy buen estado
de salud.
Sus compañerosDoña Lucila como mucha gente
de campo cuenta con sus mascotas “Patrón” y “Felipe” que la acompañan cada día a
esta abuelita de 87 años en sus quehaceres en el campo.
En esta odisea, contó con la compañía
de “Patrón”, quien fue un fiel compañero a los pasos de su dueña
y en ningún momento en medio de la
oscuridad la abandonó hasta que en las primeras horas del día fue
encontrada y recién allí decidió retomar el camino y volver a la casa a la espera del regreso de su dueña.
