La comunidad de Villa Ojo de Agua como cada año viven un enrarecido momento cargado de emociones que se entremezclan la tristeza, el dolor, la nostalgia, lo festivo y el reencuentro juntos con familiares y amigos que cada 1 de noviembre tienen como una cita obligada llegarse al cementerio municipal a las fiestas de las “Alumbradas” para llevar flores y velas a sus fieles difuntos y a la vez pueden recorrer ferias con ropa, calzados, juguetes, etc o saborear una variedad de comidas junto a sus seres queridos.
La Ruta Nacional Nº 9 personal de Transito municipal y la seccional comunitaria Nº 31 montaron un ordenado operativo para que cada uno que llegara al lugar, pueda estacionar e ingresar al cementerio a visitar sus panteones o nichos, donde descansan sus seres queridos.
Por un lado, el cementerio municipal con los vendedores de velas, flores y ramos, invitaban a los vecinos y turistas a participar de la misa que oficio el Padre Wilfredo Aguilera en el la Cruz Mayor, donde se reso por todos los familiares que ya descansan en paz.
Otros, junto a sus familiares fueron limpiando o acomodando sus panteones o nichos, donde colocaron sus flores y encendieron las velas que iluminaron, mientras rezaban o charlaban con sus familiares en sus sillas o reposeras.
Al otro lado de la ruta, en un sector los vecinos podían recorrer comedores o carros de comida rápida mientras sonaba diferentes ritmos de música en cada uno de los puestos. También se podía recorrer más de siete cuadras de Ferias de ropa, calzados, juguetes, etc, donde se entremezclaban juegos y puestos de licuados.
Sin lugar a dudas, las fiesta de las “Alumbradas” generan un implantarte movimiento economice en la comunidad, donde no solo participan vecinos del departamento Ojo de Agua, sino de diferentes localidades del sur santiagueño y norte cordobés; más los familiares que cada año vienen a rencontrarse con sus familiares y llevar unas flores y velas a sus familiares.
