Peregrinos y devotos de
Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa, patrona del pueblo santiagueño,
recuerdan hoy aquel histórico 25 de junio de 1630, cuando se producía el milagro
de la mula que traía la imagen de virgen María a tierras santiagueñas, a pedido
de don Faria de Saad y con el tiempo se convirtiera en la imagen mariana más venerada
por todo el pueblo santiagueño y el país.
Con fuerte devoción y fé , el
pueblo recuerda aquel 25 de junio de
1630, cuando la imagen del Consuelo llegaba al sur santiagueño al vallecito de Sumampa Viejo, donde la familia Sáa, le erigió una hernita, luego
un santuario y hasta una catedral se quiso construir, por su poder de bendiciones
y milagros con sus hijos, que cada año del 11 al 23 de noviembre, llegan de
diferentes puntos del país a agradecerle o pedirle sus bendiciones.