Un menor
de 17 años y domiciliado en Villa Atamisqui, que hace poco tiempo salió de un
reformatorio, amenazó con matar a su propia madre con una “tumbera”, en tanto
que disparó en contra de su hermano menor, al que por milagro no llegó a herir,
tras lo cual huyó del lugar, siendo denunciado por su progenitora.
Del grave hecho fue puesta en conocimiento la doctora Érika Leguizamón, fiscal de turno en la Circunscripción Judicial Capital, quien ordenó la inmediata aprehensión del “enajenado” adolescente, lo cual hasta anoche no se había producido, según informaron las fuentes judiciales.
Del grave hecho fue puesta en conocimiento la doctora Érika Leguizamón, fiscal de turno en la Circunscripción Judicial Capital, quien ordenó la inmediata aprehensión del “enajenado” adolescente, lo cual hasta anoche no se había producido, según informaron las fuentes judiciales.
La
denuncia fue formulada por Noemí del Valle Peralta, de 43 años, quien manifestó
que estaba junto a sus hijos en la casa, a la que en un momento dado llegó el
joven denunciado portando una “tumbera”, y le dijo “ahora te voy a hacer c...
matando”.
Luego entró a una de las habitaciones y le dijo a su hermana “perdóname pero a tu madre la voy a c.... matando”, circunstancia en la que su hermano menor le dijo “¿a quién vas a matar vos?”, recibiendo como respuesta la reacción inmediata del agresor, quien le hizo un disparo, aunque el menor logró esquivar los proyectiles, y corriendo entró a la casa, donde se encerraron todos.
Continuaba haciendo disparos
Luego entró a una de las habitaciones y le dijo a su hermana “perdóname pero a tu madre la voy a c.... matando”, circunstancia en la que su hermano menor le dijo “¿a quién vas a matar vos?”, recibiendo como respuesta la reacción inmediata del agresor, quien le hizo un disparo, aunque el menor logró esquivar los proyectiles, y corriendo entró a la casa, donde se encerraron todos.
Continuaba haciendo disparos
El
“sacado” adolescente continuaba efectuando disparos desde afuera, impactando
los proyectiles en el inmueble, luego de lo cual se retiró del domicilio con
rumbo desconocido hasta ahora.
Temiendo
por su vida y también por la de sus otros hijos, la atribulada progenitora
—residente en el barrio Lomitas— compareció ante las autoridades policiales de
la Comisaría 20ª y radicó la denuncia en contra del agresor, explicando a los
funcionarios que el adolescente había salido hace aproximadamente un mes de un
reformatorio de menores.
Por orden
de la fiscal, personal de Criminalística realizó pericias en el inmueble donde
ocurrió el hecho y receptó testimonios.