La ciudad de Villa Ojo de Agua, en la provincia de Santiago del Estero es el único lugar de nuestro país en donde se celebra de una manera particular el “Día de los Santos” y el “Día de los Muertos” el 1 y 2 de noviembre, en donde miles de creyentes se congregan en el cementerio municipal a “alumbrar” a sus santos difuntos y a la vez comparten a sus seres queridos y amigos de los comedores y bares, recorridos de ferias y puestos de ropa, juguetes, etc.
Esa tradición data de más de 100 años en la historia de esa ciudad del sur de la provincia de Santiago del Estero, donde cada año se llegan muchos vecinos de Ojo de Agua y parajes aledaños a participar durante los dos días.
Desde la Municipalidad informaron que la “movida” es así: durante la tarde noche del 1 de
noviembre concurren a venerar y rendir culto a los difuntos, en constante
peregrinación de gente, y a altas horas de la madrugada se dirigen al
cementerio municipal ubicado a la vera de la ruta Nacional N° 9, donde encienden velas y realizan ofrendas florales. Las
familias se congregan y participan de este rito particular y pasan gran parte
de la noche a lado de los sepulcros, nichos, panteones, acompañando y venerando
a los difuntos.
Esta particular expresión de un pueblo que conserva esta tradición es única en la República Argentina. Se arman quinchos, carpas y lugares donde la gente puede degustar pollos, empanadas, carnes asadas, lechones y cabritos que le dan un gran colorido al sector gastronómico que generalmente se ve desbordado y con listas de espera.