Policía: “Ayuda, por favor necesito que me ayuden. Mi hermano me viola”, reveló la víctima. De inmediato, se inició una minuciosa investigación. Eran aproximadamente las nueve de la noche del viernes, cuando al teléfono corporativo de la Comisaría Comunitaria 39 de Los Telares —departamento Salavina— ingresó un mensaje desde un número desconocido. Era una adolescente de 13 años, residente en la zona, quien desesperada le pedía ayuda a los uniformados.
El oficial de guardia, se comunicó con la víctima quien le dijo que “ella quería hacer una denuncia en contra de su propio hermano”. Se trataría de un sujeto de aproximadamente 21 años, quien residiría con ella en la casa.
Posteriormente, la víctima comenzó a contar que el primer ataque sexual se habría producido cuando ella tenía apenas 7 años. Bajo amenazas, el depravado la abusó sexualmente, por lo que ella intentó hablar con su madre. Le contó lo que había sucedido; mientras que la mujer, en primera instancia, no habría dado importancia a lo relatado.
Posteriormente, la mujer luego que se repitieran los abusos, nunca estuvo de acuerdo en realizar la denuncia. Por lo que comenzó a sufrir depresión.
La menor indicó que, “no confiaba en ninguno de sus familiares, puesto que todos sabrían lo sucedido pero no la ayudaron”. Al tiempo que le indicó al efectivo que “ninguno de sus familiares sabía que en ese momento ella estaba manteniendo una conversación sobre el hecho con la Policía”; por lo que les habría pedido que “sean discretos” ya que ella temía represalías por parte de su madre si descubría lo ella los contactó.
Investigación
Ante la situación, el oficial de guardia contuvo a la adolescente y posteriormente, se comunicó con la Fiscalía de Abusos Sexuales de la Circunscripción de la Capital quien dispuso que la madre de la víctima sea notificada que debería presentarse en el Ministerio Público Fiscal para una entrevista junto a su hija; para comenzar a recibir la contención psicológica correspondiente.
Además, la Fiscalía, dispuso que se le realizaran los exámenes médicos pertinentes y que en el caso se diera intervención al personal de la Dinaf.
También, se procedió a realizar las capturas de los mensajes enviados por la adolescente a los uniformados; mientras que los “guardianes del orden” realizarán un informe socio-ambiental y un relevamiento vecinal en el domicilio de la adolescente con el fin de poder determinar el ámbito donde desarrolla su vida y si existieron conductas o patrones, que pudieran hacer vaticinar sobre el aberrante hecho que fue denunciado por la adolescente.
Fuente: Nuevo Diario.