Acusado de quemar con agua hirviendo a su ex pareja, continuará preso.

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En una audiencia cargada de tensión y con el dolor de la víctima aún latente, la fiscal Cecilia Gómez Castañeda expuso ayer un relato que estremeció a la sala del Juzgado de Control de Género. Solicitó la prisión preventiva para un hombre, acusado de un acto de violencia que, según describió, "pone de manifiesto el peligro real que corre la víctima si el imputado recupera su libertad".
El hecho ocurrió el pasado 12 de agosto en el paraje San José, departamento Ojo de Agua. Aquella noche, la mujer –cuyo nombre se reserva para resguardar su intimidad– se encontraba en su casa cuando, sin previo aviso, apareció su ex pareja. Las palabras iniciales derivaron en una discusión acalorada. En cuestión de segundos, la confrontación verbal se transformó en un episodio de violencia feroz.
De acuerdo con la investigación, el hombre primero arrojó una olla en dirección a la víctima. Ella logró esquivarla, pero el ataque no terminó allí. En un arranque de furia, tomó una pava con agua hirviendo y la lanzó sobre su cuerpo. El líquido caliente le provocó quemaduras de segundo grado en distintas zonas, lesiones cuya gravedad fue confirmada por el informe médico forense.
Durante la audiencia, el Ministerio Público Fiscal argumentó que la libertad del acusado implicaba un serio riesgo procesal: "La víctima aún se recupera de sus heridas físicas y emocionales; no podemos permitir que este hombre quede libre y entorpezca la investigación o, peor aún, vuelva a acercarse a ella", subrayó la fiscal Gómez Castañeda con firmeza.
La defensa, en tanto, intentó obtener la excarcelación, alegando que su cliente tenía arraigo y disposición para colaborar con la causa. Sin embargo, los fundamentos no convencieron a la jueza de Control de Género, Dra. Norma Morán, quien, tras deliberar, dictó la prisión preventiva por el plazo de cuatro meses.
El fallo fue recibido con un silencio pesado en la sala.
Allegados de la víctima aguardaban expectantes, conscientes de que la medida, aunque provisoria, representa un paso decisivo para su protección.
Conmoción
Este nuevo episodio de violencia de género sacude a la comunidad de Ojo de Agua.
La víctima, que continúa su tratamiento médico, enfrenta ahora un proceso de recuperación que va más allá de las cicatrices visibles.
La causa por "lesiones graves calificadas" seguirá su curso en las próximas semanas.
Mientras tanto, la sociedad vuelve a interpelarse ante un drama que, lamentablemente, se repite: la violencia que irrumpe en el ámbito más íntimo y deja marcas que el tiempo difícilmente borra.
Fuente: El Liberal

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