Después de tres años de pesadilla de género, con dos condenas y una misma víctima, un jornalero atacó a tiros al nuevo novio de su ex y después se colgó de un vinal, en una zona rural del departamento Salavina.
El protagonista "estelar" de esta nueva odisea resultó Julián Argentino Corbalán. Las víctimas, Verónica Barreto y César Benítez, su nuevo "compañero", confiaron los voceros.
Cronológicamente, trascendió que Corbalán y Barreto eran pareja con dos hijos ya adolescentes. Agobiada por reiterados maltratos, la mujer lo denunció. Fue preso y condenado -prisión en suspenso- en el año 2022.
Sobrevino un intento de reconciliación que fue pulverizado por la ira y el destrato de Corbalán. Otra vez reincidió en atacar a golpes a Barreto. Y, obvio, de nuevo las rejas frenaron su violencia. Detención, juicio y condena ya de cumplimiento efectivo, fue el desenlace.
De vuelta, al mundo
Quedó libre en los últimos meses con restricciones e impedimento de contacto. Mal pensó Verónica que Corbalán aprendió la lección y la dejaría en paz, buscando nuevos horizontes.
En la oscuridad, el martes reapareció en escena, a la vera de la ruta 92, en el paraje El Cruce, departamento Salavina, distante 170 kilómetros de ciudad Capital.
Según se desprende de las denuncias de Benítez y Barreto, en la oscuridad se presentó Corbalán armado con una carabina. A todas luces, los había seguido y descubierto, después de tres horas de notoria ausencia de Barreto.
"Hdp, ¿qué haces con mi mujer?", habría bramado Corbalán. Sin reparos, ni escuchar explicación alguna en Benítez, el recién llegado abrió fuego e hirió al otro hombre en un brazo. Éste no se quedó a terciar en nada. Ascendió a su moto y emprendió rumbo a su casa, a 50 kilómetros de El Cruce.
"Caminá para la casa"
Entre aterrada y perpleja, Barreto observó a Corbalán. "Camina para la casa", ordenó tajante, apuntándole al rostro. La mujer bajó la cabeza y marchó hacia su casa, a casi 700 metros de la ruta 92.
En el camino, la habría insultado, reprochándole haber hecho añicos los años juntos y un montón de desatinos. Siempre, bramando de rabia pero obviando el detalle de haberla convertido en su esclava y hasta "trapo de piso", mucho menos las dos condenas por violencia de género. Ya en la vivienda, encerró a Barreto y se fue con rumbo desconocido, dejando desconcertados a sus propios hijos, enfatizaron los voceros.
Allanamiento trunco y un triste desenlace en el monte
Corbalán estuvo desaparecido todo el martes. Y el miércoles, los policías fueron a allanar su casa, detenerlo y secuestrarle la carabina. Los cargos enrostrados por la fiscal, Cecilia Gómez Castañeda, eran "homicidio en grado de tentativa", en perjuicio de Benítez, y "amenazas calificadas", por Barreto.
Los policías se fueron de la vivienda con las manos vacías. Cuatro horas después, siguieron la ruta que habitualmente transitaba y terminaron en un camino con fuerte olor.
Rastrillaron el monte y se dieron con el cuerpo de Corbalán, pendiendo de una soga atada a un vinal. Urgente, la Fiscalía dispuso que la División Criminalística y que los restos de Corbalán sean sometidos a una autopsia a cargo de forenses del Poder Judicial.
Forenses habrían confirmado que se trató de un suicidio
"Éramos amigos", habría declarado Barreto a los funcionarios policiales. Por el contrario, Benítez habría manifestado que eran pareja hace tres años. Como sea, los efectivos señalaron que la mujer le tenía terror a Corbalán y por ello se aferró a un silencio sepulcral.
Su entorno la perfiló como una mujer moldeada a pura violencia. Y que al lado de Corbalán vivió su etapa más triste, marcada a fuego por agresiones físicas que minaron todo sueño y esperanza.
La investigación
Conocida la noticia, la Fiscalía habría dispuesto la concreción de una autopsia esclarecedora. En medio de una usina de rumores, los forenses habrían establecido ayer que la causas de muerte eran netamente suicidio.
Con ello, descartaron la presencia o factores ajenos a la decisión exclusiva de Corbalán. Cumplidos los trámites formales, la Justicia habría ordenado, al cierre, la entrega del cuerpo a su familia.
Fuente: El Liberal